
Estoy apunto de no ir, esta chispeando, hace un frió de perros, pero si los 7º nos caracterizamos por algo, es por eso mismo, haga el tiempo que haga salimos.
Llego al punto de encuentro un poco antes de la hora acordada, al poco de llegar, llega Cirilo y Pepote, y acto seguido Manolo, el resto de componentes, llegan en un constante goteo.
A las 8:00, llega el autobús y empezamos a cargar las bicis, una vez todos, hacemos recuento y faltan algunos, Sergio y su Padre y Prado, que estaba mala del hombro por una caída sufrida hace unos findes.
Llegamos a La Puebla, sobre las 9:30, montamos la bicis y a dar pedales. La ruta empieza con un trozo de carretera, de unos 10km, que picaban levemente hacia arriba, y que junto al aire de frente, se hacían interminables.
Hasta la parada para el almuerzo, fueron todos practicamente por camino ancho y muy pisado, que hacían un rodar rápido.
Pero sin duda, el mejor tramo de la ruta, fue el del robledal, y eso que el camino, picaba levemente hacia arriba, pero la estampa era
Tras unos km de subido, llegamos a la cumbre del puerto, Alberto en primer lugar, y el resto mas tarde, tras estar esperando un rato, nos damos cuenta, que el grupo se ha divido, por lo que decidimos continuar.
Ahora venia, lo mejor de la ruta, una bajada de unos 7km, lastima no llevar cuenta km, por que la verdad, despacio no bajamos. Tras esta intensa bajada, llegamos al vera del rió, donde iríamos a su lado, vadeandolo varias veces, hasta llegar otra vez a la carretera.
A unos 2km de llegar a la carretera, Vicente R, sufre un reventón, con la consiguiente parada para arreglarlo, con una bridas, consiguen arreglarlo, pero no le aguanto hasta el final de la ruta, menos mal ,que nuestro guia, se ofreció a llevarlos hasta el pueblo en su 4x4.
A causa de los km extras, cuando llegamos al polideportivo, todo el mundo ya estaba cambiado y duchado, con lo que alguno, de nosotros, nos tuvimos que duchar con agua fría.
Tras desmontar otra vez las bicis, para subirlas al bus, nos montamos y camino a Piedrabuena, a zampar, que hoy, si que no lo hemos ganado.
Tras una copiosa comida, llegamos a Ciudad Real sobre las 6 de la tarde, nos despedimos todos, y a casita.
Con esta crónica, si no pasa nada, despido la temporada de rutas de este año, pero prometo no dejarlo para al año próximo.
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